Vamos a empezar por el principio: saca fuera toda la ropa y decide con qué te quedas y con qué no (un poco parecido al famoso método de Marie Kondo). Recuerda que la ropa que decidas descartar, puedes donarla o regalarla. ¡Siempre podemos darle una segunda vida!
Después, debes comenzar por clasificar tu ropa y accesorios por tipo y temporada. Así, podrás decidir qué solución de almacenaje se adapta mejor a ti y a tu ropa: riel, estante o cajón. En este caso, te mostramos la solución para un vestidor abierto ELVARLI personalizado en el que se han introducido mayoritariamente baldas y dos cajones. ¿Qué te parece? Espacioso, ¿verdad?
Si haciendo esta limpieza y orden en el armario te das cuenta de que quizás no cuentas con el que mejor se adapta a ti, puedes plantearte cambiarlo o hacerlo de cero a tu gusto. ¿Cómo sería tu armario ideal?
Tener estanterías suficientes para toda la ropa no quiere decir que el orden esté garantizado. Y es que las estanterías pueden acabar por convertirse en todo un foco de desorden: camisetas mal dobladas que acaban arrugadas, jerséis mezclados con pantalones, camisetas de tirantes con otras de manga larga, montones de ropa sin doblar…
Este es el momento de reestructurarlas y darles una nueva vida y un nuevo sentido: coloca cajas para ordenar las diferentes prendas o clasifícalas por tipo, color o tejido. ¡Como más te guste! Este último es un recurso súper práctico que todos podemos aplicar en casa sin gastar dinero.
Si además tienes un armario abierto como este (y con estanterías de sobra) puedes aprovechar para colocar algo de decoración que te ayude con tu dormitorio o vestidor.
Parece que tu web habitual es IKEA
¿qué te gustaría hacer?